Sobre el Proyecto SAME

Desde el mundo antiguo el hombre descansa la cabeza sobre su mano y con la mirada perdida en el vacío, mira, piensa y reflexiona sobre las grandes miserias que surgen en la humanidad.

En el fondo un mundo lleno de misterios que lucha en favor de su propia salud suspendido en un inmenso universo que le proporciona su ritmo continuo y monótono.

El hombre es absorbido por sus enigmas, por sus extrañezas, por sus dudas, por sus porqués….

Cuando menos se lo espera se extiende una mano amiga, a veces traidora…

Amiga de soluciones, de respuestas, de investigaciones, de estudios científicos, de fuerza vital, de ilusiones de proyectos,…

Y traidora porque ofrece grandes interrogantes, enfermedades, pesimismo y desesperanza hasta la muerte.

Somos un ser complejo, casi perfecto, capaz de hacer y deshacer, de nacer y de crecer, de vivir y de morir, pero por la misma complejidad nos transformamos en frágiles e inútiles a expensas de una mala jugada que nos da la vida.

Lo peor de todo es el tiempo, las manecillas del reloj dan vueltas y vueltas y marcan, a veces, un paso difícil de seguir.

Al hombre se le escapa el pensamiento, al pensamiento el tiempo, al tiempo la mano, a la mano el universo, ese misterioso universo

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