3.2 Toledo
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Imagen de Wikimedia Commons, Sinagoga del Transito de Toledo, bajo CC
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Toledo es el centro esencial del mudejarismo castellano con construcciones de las más variadas tipologías, ya que subsisten sinagogas, iglesias, capillas, palacios y construcciones de carácter militar.
Las sinagogas toledanas son dos, de estilo bien diferente. Corresponde las de Santa María la Blanca, de mediados del siglo XIII, a la fuerte influencia almohade, con pilares de ladrillo, cuyos capiteles acusan la influencia cisterciense, arcos de herradura semicircular y característica decoración de yesería. La del Tránsito, de mediados del siglo XIV y muy relacionada con la de Córdoba, es un buen ejemplo del mudéjar evolucionado, con riquísima decoración en el muro del testero y en el friso.
Las iglesias son generalmente de tres naves con arcos apuntados, sobre pilares de ladrillo y techumbre, salvo en la capilla mayor que se cubre con bóveda de crucería como la de Santo Tomé, manteniéndose la arquerías en las cabeceras, con arcos de medio punto y lobulados. El tipo de torre mantiene las características de los modelos que hemos visto anteriormente, enriquecido por arquerías, lo podemos observar en la de Illescas. Interesante la capilla de Belén, con cubierta de bóveda de crucería califal o la de lazo con azulejos del convento del la Concepción de Francisca de 1422.
Esta influencia andaluza fundida con la toledana, se advierte en el claustro del convento de Guadalupe (Cáceres). Importante son también las labores de yesería en sepulcros como el de Fernando Gudiel.
La arquitectura civil está representada por las dependencias subsistentes en los conventos fundados en antiguos palacios, como los de Santa Isabel La Real y Santa Clara. Y la Puerta del Sol de Toledo es un ejemplo también de la arquitectura mudéjar militar.
Las sinagogas toledanas son dos, de estilo bien diferente. Corresponde las de Santa María la Blanca, de mediados del siglo XIII, a la fuerte influencia almohade, con pilares de ladrillo, cuyos capiteles acusan la influencia cisterciense, arcos de herradura semicircular y característica decoración de yesería. La del Tránsito, de mediados del siglo XIV y muy relacionada con la de Córdoba, es un buen ejemplo del mudéjar evolucionado, con riquísima decoración en el muro del testero y en el friso.
Las iglesias son generalmente de tres naves con arcos apuntados, sobre pilares de ladrillo y techumbre, salvo en la capilla mayor que se cubre con bóveda de crucería como la de Santo Tomé, manteniéndose la arquerías en las cabeceras, con arcos de medio punto y lobulados. El tipo de torre mantiene las características de los modelos que hemos visto anteriormente, enriquecido por arquerías, lo podemos observar en la de Illescas. Interesante la capilla de Belén, con cubierta de bóveda de crucería califal o la de lazo con azulejos del convento del la Concepción de Francisca de 1422.
Esta influencia andaluza fundida con la toledana, se advierte en el claustro del convento de Guadalupe (Cáceres). Importante son también las labores de yesería en sepulcros como el de Fernando Gudiel.
La arquitectura civil está representada por las dependencias subsistentes en los conventos fundados en antiguos palacios, como los de Santa Isabel La Real y Santa Clara. Y la Puerta del Sol de Toledo es un ejemplo también de la arquitectura mudéjar militar.
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